No me
creas tanto cuando te hablo de olvidos divinos que envuelven mi alma de nuevas
ilusiones que desaparecen el pasado como por arte de magia, no podría borrarte
de mi pensamiento aunque quisiera, arrancaría con ello una parte de mi,
surcaría el camino que me liberó. Sin ti sería incapaz de concebir paraísos en
la piel, ni siquiera las mañanas serían apetecibles, no me imagines sin ti, no
podría vivir...
Relatos de un amor
lunes, 26 de noviembre de 2012
Tu perfume
de mujer me despierta hasta el último poro de la piel, hueles demasiado bien, sabes
demasiado bien, tus labios son una eterna contradicción en mi pensamiento, es
verdad que nunca te has propuesto la idea de conquistarme, ni de tenerme completamente
a tus pies, soy yo mismo quien me encadeno, soy yo quien se imagina contigo,
soy yo quien una noche promete eterno olvido y a la siguiente eterno amor, soy
incapaz de controlar mis emociones, soy incapaz de ignorarte, quizá solo
debería aceptar la convivencia cotidiana de tu cuerpo en mi memoria, no
intentar analizar ni razonar, vivir los días que me queden en un estado de
absoluta inconsciencia y morir con tu figura plasmada en la imaginación...
Si tuviera en mi poder una varita mágica que me quitara la gracia de
imaginarte por las noches recostada junto a mi, el ejercicio del olvido sería
mucho mas sencillo, con toda seguridad la imaginación sería mucho mas fácil de
contener, tardaría en olvidarte 5 días, 2 meses, 3 años tal vez, no lo se, pero
al menos existiría una proporción en la que creer y no pasarían los días con
esa sensación de inmunidad infinita al olvido.
No concibo
otra devoción que el hecho de abrazar tu piel en una tarde de deseos y de
caricias, cierro los ojos y tu recuerdo me estremece, se apodera de mi
pensamiento, parece que los días no han pasado desde la última vez que nos
vimos, ni una sola imagen se ha borrado de entre tantas horas de ausencia, muy
a pesar de la distancia te sigo queriendo...
Los mismos poetas del pasado se hubiesen estremecido de haber tenido la
gracia de contemplar tu plenitud. Ni siquiera la más bella musa hubiese sido
capaz de opacar tu esplendor. Tu magia habría sido reconocida eternamente y los
versos dedicados jamás carecerían de pasión. Posiblemente habría medio millar
de inquilinos como yo perdidos por tu encanto, o seguiría siendo yo el único
hechizado, no lo se, te amaría como hoy hasta el delirio sin importar el tiempo
ni el espacio....
Muero de amor, muero de deseo, muero por besarte, por recorrer
lentamente con mis labios cada parte de tu piel, y en el éxtasis de tu mirada
descifrarte el alma, muero por estar a tu lado, muero por contemplar tu sonrisa
cada mañana, muero por sentir tu aliento merodeando por mi espalda, muero por
ser yo la razón que despierte en ti nuevas ilusiones, muero por tus labios,
muero por tu risa, muero por ti...
Suscribirse a:
Entradas (Atom)