lunes, 26 de noviembre de 2012


No me creas tanto cuando te hablo de olvidos divinos que envuelven mi alma de nuevas ilusiones que desaparecen el pasado como por arte de magia, no podría borrarte de mi pensamiento aunque quisiera, arrancaría con ello una parte de mi, surcaría el camino que me liberó. Sin ti sería incapaz de concebir paraísos en la piel, ni siquiera las mañanas serían apetecibles, no me imagines sin ti, no podría vivir...

Habrá alguien en la faz de la tierra con tanta fiereza y fragilidad a la ves? Te igualarían las diosas griegas que tanta pasión evocaron a los poetas? No me lo creo, siento tus manos ardiendo sobre mi cuello y mi alma pareciera desplegarse con tu tacto. Eres infinitamente mágica...

Tu perfume de mujer me despierta hasta el último poro de la piel, hueles demasiado bien, sabes demasiado bien, tus labios son una eterna contradicción en mi pensamiento, es verdad que nunca te has propuesto la idea de conquistarme, ni de tenerme completamente a tus pies, soy yo mismo quien me encadeno, soy yo quien se imagina contigo, soy yo quien una noche promete eterno olvido y a la siguiente eterno amor, soy incapaz de controlar mis emociones, soy incapaz de ignorarte, quizá solo debería aceptar la convivencia cotidiana de tu cuerpo en mi memoria, no intentar analizar ni razonar, vivir los días que me queden en un estado de absoluta inconsciencia y morir con tu figura plasmada en la imaginación...

Si tuviera en mi poder una varita mágica que me quitara la gracia de imaginarte por las noches recostada junto a mi, el ejercicio del olvido sería mucho mas sencillo, con toda seguridad la imaginación sería mucho mas fácil de contener, tardaría en olvidarte 5 días, 2 meses, 3 años tal vez, no lo se, pero al menos existiría una proporción en la que creer y no pasarían los días con esa sensación de inmunidad infinita al olvido. 

No concibo otra devoción que el hecho de abrazar tu piel en una tarde de deseos y de caricias, cierro los ojos y tu recuerdo me estremece, se apodera de mi pensamiento, parece que los días no han pasado desde la última vez que nos vimos, ni una sola imagen se ha borrado de entre tantas horas de ausencia, muy a pesar de la distancia te sigo queriendo...

Los mismos poetas del pasado se hubiesen estremecido de haber tenido la gracia de contemplar tu plenitud. Ni siquiera la más bella musa hubiese sido capaz de opacar tu esplendor. Tu magia habría sido reconocida eternamente y los versos dedicados jamás carecerían de pasión. Posiblemente habría medio millar de inquilinos como yo perdidos por tu encanto, o seguiría siendo yo el único hechizado, no lo se, te amaría como hoy hasta el delirio sin importar el tiempo ni el espacio....

Muero de amor, muero de deseo, muero por besarte, por recorrer lentamente con mis labios cada parte de tu piel, y en el éxtasis de tu mirada descifrarte el alma, muero por estar a tu lado, muero por contemplar tu sonrisa cada mañana, muero por sentir tu aliento merodeando por mi espalda, muero por ser yo la razón que despierte en ti nuevas ilusiones, muero por tus labios, muero por tu risa, muero por ti...